mayo 10, 2024

‘Nos siguen matando’: de Sofía a Justina: radiografía de los feminicidios en Bolivia en 2023

Según el artículo 252 bis del Código Penal de Bolivia, el feminicidio está penado con 30 años de prisión sin posibilidad de indulto.

En enero de 2023, los familiares y amigos de Valentina, víctima de feminicidio, se despidieron de ella en Cochabamba./ DICO SOLÍS
En enero de 2023, los familiares y amigos de Valentina, víctima de feminicidio, se despidieron de ella en Cochabamba./ DICO SOLÍS

Fuente: Opinión

Sofía Mamani C. de Tarija y Justina Venegas Ll. de Chuquisaca se convirtieron en la primera y en la víctima 81 de feminicidio en Bolivia en 2023. A pesar de la existencia de la Ley 348, conocida como “Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida libre de Violencia”, promulgada el 9 de marzo de 2013, la lucha sigue siendo difícil. Aunque se han reportado menos casos que en el año 2022, cuando se registraron 94 crímenes de este tipo, los colectivos que apoyan a las familias de las víctimas reclaman que “nos siguen matando”.

De acuerdo con el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, el 96% de los responsables de feminicidios han sido identificados y se encuentran en diferentes etapas en sus procesos legales. 30 de ellos ya han sido sentenciados, 21 están en etapa preparatoria, 16 han sido acusados formalmente, 3 están en etapa preliminar y 2 han sido rechazados. Además, 9 casos han sido cerrados debido a que el agresor se quitó la vida después de cometer el crimen. La mayoría de los acusados se encuentran en diferentes prisiones del país, esperando sus juicios o la ejecución de sus condenas.

Justina Venegas, una mujer de 49 años, se convirtió en la última víctima de feminicidio en el año 2023. Su cuerpo fue encontrado el 29 de diciembre en un establo ubicado a un kilómetro de Villa Charcas, luego de cuatro días de búsqueda. La investigación reveló que Martines F.M., un hombre de 55 años, confesó ser el responsable de su muerte. Antes de cometer este acto atroz, había inventado diversas mentiras a sus hijas, como que Justina las había abandonado para irse con otra persona o que se encontraba hospitalizada. Estas versiones contradictorias despertaron sospechas en las hijas, quienes emprendieron la búsqueda de su madre. Finalmente, fueron unos vecinos quienes reportaron el trágico hallazgo. El asesino declaró que ambos estaban bajo los efectos del alcohol cuando comenzaron a discutir y, en un momento de violencia extrema, la golpeó y estranguló con sus propias manos. Se determinó que Justina murió por asfixia. Como consecuencia de sus acciones, Martines fue condenado a 30 años de privación de libertad, sin posibilidad de indulto.

América Latina es una de las regiones del mundo donde ocurren más feminicidios. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en promedio, al menos 12 mujeres son asesinadas diariamente. En Bolivia, se registra un feminicidio cada cuatro días, con un total de 81 casos en 2023. La ciudad con más incidencia es La Paz, con 23 casos, seguida de Santa Cruz con 20, Cochabamba con 12, Potosí con 9, Beni con 6, Tarija con 4, Oruro con 3, Chuquisaca con 3 y Pando con 1.

Las víctimas de feminicidio son en su mayoría mujeres jóvenes, en edad productiva y en situación de concubinato. Por otro lado, los agresores cada vez muestran comportamientos más violentos.

LAS VÍCTIMAS MÁS FRECUENTES SON JÓVENES

Beatriz C.A., de 18 años y mayor de tres hermanos, se encontraba a días de recibir su diploma de bachiller cuando su exnovio, identificado como S.A.M., de 17 años y también estudiante de su mismo colegio, acabó con su vida en un alojamiento céntrico de la ciudad de Cochabamba el pasado 11 de noviembre.

A pesar de que se le había prohibido acercarse a Beatriz debido a una golpiza que le propinó un mes antes, el adolescente continuaba persiguiéndola. Ese día, logró convencerla de hablar en privado e ingresar a un alojamiento ubicado en la calle 25 de Mayo entre Brasil e Ismael Montes, donde se presume que tuvieron una discusión. El agresor le causó una herida mortal en el cuello con un cuchillo. Posteriormente, intentó borrar cualquier evidencia al intentar quemar el cuerpo de la víctima. Sin embargo, el humo que salía por la ventana del alojamiento alertó a los administradores, quienes llamaron a la Policía.

Cuando las autoridades llegaron, ya era demasiado tarde y Beatriz no presentaba signos vitales. Se encontraba semidesnuda, cerca de ella había rosas rojas, billetes falsos, una botella presuntamente de bebida alcohólica y zapatillas blancas. Se procedió al levantamiento legal del cadáver y se iniciaron las investigaciones. Durante el proceso, se descubrió que el agresor se había registrado en el alojamiento utilizando una identidad falsa, mientras que el nombre de la víctima no figuraba en los registros del lugar. Gracias al análisis de las imágenes capturadas por las cámaras de vigilancia, se logró establecer las características y la vestimenta del feminicida.

La Policía se movilizó en distintas zonas con el objetivo de capturar al asesino. A las 19:15, el adolescente fue detenido a dos cuadras del alojamiento. Durante su arresto, se encontraba observando de forma sigilosa las acciones de los efectivos, escondiéndose entre los vehículos.

El responsable de la muerte de Beatriz se declaró culpable en un proceso especial de “terminación anticipada”, lo que llevó a su condena de seis años de privación de libertad en el Centro de Reintegración Social para Adolescentes con Responsabilidad Penal Cometa, en virtud de la Ley 548 (Código Niño, Niña y Adolescente). De haber sido mayor de 18 años, habría enfrentado una pena de 30 años de cárcel por el mismo delito.

Esta ley establece que “la responsabilidad penal del adolescente se reducirá en cuatro quintas partes en comparación con la pena máxima establecida por la norma”. Además, señala que los delitos castigados con penas de 15 o 30 años de privación de libertad se cumplirán en centros especializados en lugar de cárceles. Para delitos con una sanción máxima de 15 años, se aplicarán medidas socioeducativas con restricción de libertad y en libertad. Cabe destacar que los adolescentes menores de 14 años quedan exentos de responsabilidad penal según el artículo 269 de la misma ley.

No es la primera vez que se cuestiona la imposición de penas consideradas “mínimas” a adolescentes que podrían ser liberados de los centros de rehabilitación entre los 21 y 23 años, lo cual genera preocupación acerca del riesgo potencial que representan para la sociedad.

Para Martha A., madre de la víctima, el asesino de su hija debería ser tratado como un adulto. “Solo le faltaba seis meses para cumplir 18 años. No es justo que le den una sentencia de solo seis años. Podría salir y volver a matar a alguien”.

De las 81 víctimas de feminicidio en 2023, 31 tenían entre 21 y 30 años (38% del total). Asimismo, 22 se encontraban en el rango de 31 a 40 años (27%), 11 entre 41 y 50 años (14%), 9 tenían entre 13 y 20 años (11%), 4 estaban entre los 51 y 60 años (5%) y 4 tenían 61 años o más (5%).

Ángela también se convirtió en una de las víctimas más jóvenes de feminicidio. A los 15 años, fue asesinada por dos adolescentes de 16 años, compañeros suyos, en Achacachi, La Paz. Su cuerpo fue encontrado sin vida el 18 de septiembre, presentando ocho heridas punzocortantes y una herida en el cuello de cinco centímetros. Dagner y Richard, ambos de 16 años, fueron las últimas personas que estuvieron con ella. El primero confesó que habían planificado su asesinato, ya que no querían que estuviera con nadie que no fueran ellos. Dagner fue condenado a seis años de privación de libertad en el Centro de Orientación de Qalahuma por ser menor de edad.

CRÍMENES MÁS SÁDICOS Y VIOLENTOS EN AUMENTO

Los feminicidios siguen y se vuelven cada vez más violentos. Según un informe del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), se registraron distintos tipos de causas de muerte en los casos analizados: 24 por asfixia (30%), 23 por golpes o traumas (29%), 22 por heridas de arma blanca (27%), 6 por arma de fuego (7%), 2 por intoxicación de sustancia (2%), 1 por quemaduras (1%) y 3 por otras causas (4%).

Uno de los casos más atroces ocurridos en el año 2023 fue el asesinato de Rosa, hermana del diputado nacional Renán Cabezas, perteneciente al Movimiento Al Socialismo (MAS). Esta mujer, de 45 años, estuvo desaparecida desde el 13 de mayo, tras salir de la casa que alquilaba en Tiquipaya, Cochabamba. Sin embargo, el 20 de mayo su cuerpo fue encontrado en un inmueble ubicado en la calle Baptista, en la zona central. El feminicida, quien era amigo de Rosa y le debía dinero, había alquilado esa habitación pocos días antes de cometer el crimen. El cuerpo de Rosa había sido descuartizado, embolsado y ocultado en el interior de un refrigerador.

Luego del macabro descubrimiento, la Policía capturó a Yelsin Chileno Mamani, de 26 años. El hombre se encuentra actualmente cumpliendo una condena de 30 años de prisión en la cárcel de El Abra, sin posibilidad de indulto.

Trasladan los restos de Rosa Cabezas, víctima de feminicidio, a la ciudad de La Paz, donde será enterrada. El hermano, el diputado Renán Cabezas, pide no politizar el hecho y que se haga justicia./ APG
Trasladan los restos de Rosa Cabezas, víctima de feminicidio, a la ciudad de La Paz, donde será enterrada. El hermano, el diputado Renán Cabezas, pide no politizar el hecho y que se haga justicia./ APG

LA MAYORÍA DE LOS FEMINICIDAS SON CONVIVIENTES

De todos los casos reportados, se identificó que 24 de los agresores eran convivientes de las víctimas, 18 eran sus parejas sentimentales, 11 eran exconcubinos, 11 no tenían vínculo alguno, 8 eran esposos, 2 eran exenamorados, 1 era exesposo, 1 era el padre y en 5 casos no se pudo determinar la relación.

El feminicidio de Erlinda C.M. tuvo lugar el 22 de agosto de 2022, sin embargo, no se descubrió hasta agosto de 2023. Onorato C.E., de 38 años, fue condenado a 30 años de prisión en la Penitenciaría de El Abra, en Cochabamba, por el asesinato de su hija, de 17 años, a quien enterró en su chaco en la comunidad de Alto Palmar, en el municipio de Puerto Villarroel, en la región del Trópico.

En agosto de 2022, Onorato y su hija fueron a trabajar a su terreno, al cual se llegaba en una lancha. El asesino declaró que su hija estaba distraída con su celular, lo cual generó una discusión al llegar al lugar, hasta que él la golpeó en la cabeza, la estranguló y la enterró. Después, el feminicida regresó a su hogar e intentó engañar a su esposa, diciéndole que Erlinda había ido a comprar coca, pero al no poder mantener la mentira y teniendo en cuenta la preocupación de su esposa por su desaparición, inventó otra historia. Convenció a su pareja de que su hija se había comunicado para informarle que estaba en Argentina junto a su enamorado.

Onorato y su esposa se separaron. En agosto de 2023, la mujer informó la desaparición de su hija debido a sus dudas. El hombre fue citado a declarar y finalmente no pudo guardar más silencio. Reveló todo lo sucedido y llevó a los oficiales de policía hasta el lugar donde se encontraba el cadáver de su hija.

¿QUÉ CIRCUNSTANCIAS DEFINE LA PENA POR FEMINICIDIO?

Según el artículo 252 bis del Código Penal de Bolivia, el feminicidio está penado con 30 años de prisión sin posibilidad de indulto, y se aplica en nueve circunstancias específicas.

1. Cuando el autor sea o haya sido esposo, conviviente, novio, pareja, enamorado o tenga o haya tenido cualquier tipo de relación afectiva, aun sin convivencia.

2. Cuando la víctima se hubiera negado a establecer con el victimario, una relación de pareja, enamoramiento, afectividad o intimidad.

3. Cuando la víctima esté embarazada.

4. Cuando la víctima sea dependiente o subordinada respecto del autor, es decir empleada, alumna, hija, sobrina, etc. o tenga con el victimario una relación de amistad, laboral o de compañerismo.

5. La víctima se encuentre en una situación de vulnerabilidad.

6. Cuando con anterioridad al hecho de la muerte, la mujer haya sido víctima de violencia física, psicológica, sexual o económica, cometida por el mismo agresor.

7. Cuando el hecho haya sido precedido por un delito contra la libertad individual o la libertad sexual por ejemplo violación, secuestro, etc.

8. Cuando la muerte tenga que ver con el delito de trata o tráfico de personas.

9. Cuando la muerte sea resultado de ritos, desafíos grupales o prácticas culturales.

Yelsin Mamani, sentenciado por el crimen de Rosa./ DICO SOLÍS
Yelsin Mamani, sentenciado por el crimen de Rosa./ DICO SOLÍS

SUBE EL ÍNDICE DE VIOLENCIA

Desde la entrada en vigencia de la Ley 348 en 2013, que busca garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, se han registrado más de 1.000 casos de feminicidio en Bolivia. Solo en cuatro años, han sido silenciadas 396 mujeres, con 113 casos en 2020, 108 en 2021, 94 en 2022 y 81 en 2023.

Si hablamos de actos de violencia contra las mujeres en general, la cifra se eleva aún más. El delito más denunciado es la violencia familiar y doméstica, con 39.096 casos atendidos en Bolivia en 2023. Esto representa el 75.5% de las causas ingresadas en virtud de la Ley 348.

Fuente: Opinión